El pasado 8 de diciembre el segundo cometa interestelar, 2/I Borisov, llegó en su trayectoria al punto más cercano al Sol, un momento especial pero, el más esperado es sin duda su perigeo, punto más cercano a la Tierra. Este se producirá desde el 26 al 30 de diciembre (exactamente el 28).
El cometa estará a una distancia aprox. de 2 Unidades Astronómicas equivalente a 300 millones de kilómetros.
La magnitud del mismo se estima en 15, unidad de intensidad de brillo que los cuerpos celestes emiten (las estrellas) o reflejan por la acción del Sol. En astronomía un valor inferior o negativo determina mayor brillo como ser, un objeto de magnitud 1 es más brillante que uno de 5.
Igualmente, el dato de su magnitud es relativo debido a que, en el momento del perihelio, el cometa atravesará el mayor tirón gravitatorio de nuestro astro Rey pudiendo producir mayores desprendimientos o hasta partirlo en dos o más. Si esto sucediera, la magnitud del mismo menguará considerablemente y la posibilidad de observarlo con equipos amateur se vería drásticamente dificultado.
Para los cazadores de cometas (tanto amateur como profesionales) 2I/Borisov se encuentra en su momento más brillante que irá mermando con el correr de los días a partir del 01 de enero de 2019. Por lo cual, quienes posean equipos astronómicos de apertura de 10 pulgadas o más tendrán el privilegio de verlo con sus propios ojos.
Para quienes se dedican a la astrofotografía, con equipos de apertura desde los 150mm podrán tomar una imagen de este cuerpo interestelar.
Se le dice apertura en la jerga astronómica al diámetro del espejo (telescopios reflectores o Newtonianos) o apertura de ingreso de luz (telescopios Refractores o Galileanos).
En que horario es visible
A partir de las 0hs el cometa se asomará por el horizonte Este transitando (dependiendo del día de observación) las Constelaciones de Crater, Hidra y Centauro, pero para que un cuerpo pueda apreciarse correctamente se deberá esperar a que el mismo tenga una elevación de 25° respecto al horizonte y esto se producirá desde las 02:30hs de la madrugada.
Lo positivo
En su perihelio (punto más cercano de un cuerpo celeste al Sol) la Luna se encontraba en un 88% de fase creciente dificultando considerablemente la observación de objetos de espacio profundo. En cambio, en el perigeo la Luna estará finalizando su fase Nueva siendo una de las condiciones aptas la observación. Los factores más relevantes dependerán de las condiciones atmosféricas de la zona de observación.
Qué se podrá ver
Los que consigan captar al viajero interestelar podrán ver su pequeña cabeza brillante con una cola débil y extendida, así como una superficie roja. A medida que Borisov pasa cerca del Sol, es posible que el cometa pueda liberar vapor de hielo y polvo, lo que ocasionaría que el objeto aumente temporalmente su brillo. Sin embargo, también es posible que el cometa se rompa y se desintegre de la radiación solar, como el cometa ISON.
Por la velocidad y trayectoria del cometa, los astrónomos creen que llegó de fuera de nuestro Sistema Solar, seguramente desde la constelación de Cefeo, concretamente del sistema de la estrella Kruger 60, a unos 13 años luz de nuestro vecindario cósmico. Su velocidad es de 33 km/s, pero se espera que alcance un pico máximo de alrededor de 44 km/s en el perihelio.
Lo que se sabe de Borisov
Este segundo viajero interestelar presenta, según los primeros estudios, con un núcleo sólido formado por material congelado como agua o dióxido de carbono de 1,6 kilómetros de diámetro, si bien su característica cola se extiende hasta casi los 160.000 kilómetros. Si lo comparamos con la Tierra, esto significa que en conjunto es catorce veces más grande que nuestro planeta, que mide casi 13.000 kilómetros de diámetro.
Para poner en perspectiva estos datos, un equipo de astrónomos y físicos de la Universidad de Yale capturó una imagen en «primer plano» del cometa, la más clara hasta ahora. En ella se puede observar que se está evaporando a medida que se acerca a la Tierra, liberando gas y fino polvo por la cola.
Este cometa y su predecesor, Oumuamua, han servido para abrir el debate científico acerca de la regularidad con la que estos cuerpos llegados desde más allá del Sistema Solar cruzan nuestras fronteras cósmicas. Existen estudios que señalan que los objetos interestelares podrían acercarse por cientos cada año.