En marzo de este año, la Fuerza Espacial de Estados Unidos informó que el satélite chino Yunhai 1-02 se había roto en órbita, por lo que generaría cerca de 21 escombros tras el accidente.
En aquel momento no se informaron las causas del evento, pero ahora sabemos que se trató de una colisión entre el satélite chino y un trozo de basura espacial.
Este descubrimiento fue posible gracias a Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica en Cambridge, quien se percató de una actualización en el catálogo Space-Track.
Esta actualización incluía “una nota para el objeto 48078, 1996-051Q: colisionó con un satélite. Se trata de un nuevo tipo de comentario; no he visto antes un comentario de este tipo para ningún otro satélite”, explicó en Twitter el científico y rastreador de satélites.
McDowell descubrió más tarde que el objeto 48078 era un pequeño trozo de chatarra espacial procedente del cohete Zenit-2 que lanzó el satélite espía ruso Tselina-2 en septiembre de 1996.
Hasta el momento se han hallado 37 objetos causados por la ruptura y es muy probable que aún existan muchos que no han sido rastreados.
Lo más llamativo es que es probable que Yunhai 1-02 haya sobrevivido al impacto y aún siga funcionando pese a los daños y a que se produjo a 780 kilómetros de altura. De hecho, McDowell asegura que los radioaficionados siguen detectando señales del satélite.
Cuando fue lanzado en 2019, la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China señaló que el Yunhai 1-02 sería usado para estudiar los entornos atmosféricos, marinos y espaciales, así como para el control de desastres y otros experimentos científicos.